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No existe una época del año que sea la mejor o más perfecta para plantar, ya que todo depende de la climatología y de la zona en que nos encontremos.
Sin embargo, sí que es cierto que la mayoría de plantas se adaptan perfectamente a la primavera. Un ejemplo de plantas tempranas de primavera son Galanthus, Helleborus, Iris, eticulata, autoflowering, Libertia peregrinans, etc. Es una época que tiene las condiciones más idóneas para el crecimiento, como calor, humedad, lluvias e incluso vientos moderados. De hecho, cuando pensamos en la floración, siempre nos viene a la cabeza la época primaveral, aunque hay excepciones y hay especies que no aceptan bien ser sembradas en esta estación del año.
Algunos de los aspectos a tener en cuenta para mejorar el crecimiento y la duración de las flores, sea cual sea el momento de su siembra, son:
- Elegir un buen lugar. Debe ser un espacio donde se puedan desarrollar de forma natural, con bastante espacio, sol y posibilidad de refugio ante condiciones adversas del clima.
- Haz un plano o esquema del jardín. Es importante considerar todo lo que vas a plantar, para que puedan convivir en armonía tanto flores, plantas, arbustos o incluso árboles. Ya que no todo tarda el mismo tiempo en crecer, debes hacer un estudio del posible espacio para dejarle a cada especie.
- Escoger buenas semillas. Es importante comprarlas en un lugar de confianza y revisar que las semillas tengan buen aspecto, y no estén dañadas o enfermas, ya que en ese caso crecerán plantas con mal aspecto o perjudicarán al resto de cultivos del jardín.
- Usar un abono de calidad. Es indispensable, especialmente en los primeros días, que las plantas tengan todos los nutrientes necesarios, por lo que no debemos escatimar en la compra de un abono completo y con ingredientes de calidad.
- Estudiar el tipo de suelo. Esto es determinante para seleccionar las variedades y especies que vamos a plantar. Si nuestro suelo es muy pobre, tendremos que añadir materia orgánica y optar por plantas resistentes y que crezcan sin complicaciones en cualquier tipo de suelo.
- Ser constantes en su cuidado. Debemos controlar tanto la exposición al sol, como la frecuencia del riego, así como la eliminación de malas hierbas.
Si lo creemos necesario porque no tenemos grandes conocimientos de jardinería, es recomendable acudir a asesoramiento profesional en nuestros inicios, o cuando vayamos a introducir especies nuevas, para que nuestro jardín crezca sin problemas y de forma natural.
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